jueves, 19 de septiembre de 2013

El Papa aseguró que la iglesia no debe imponer sus doctrinas sobre el aborto, los anticonceptivos y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Es posible que el infierno se haya congelado oficialmente hoy.

En una entrevista con La Civiltà Cattolica, la revista jesuita publicada en italiano que salió a luz esta mañana, el Papa  Francisco
exhortó a sus seguidores a hacer de la Iglesia Católica en un lugar más propicio y acogedor para todos. Luego lanzó una advertencia: si la iglesia se niega a encontrar un "nuevo equilibrio" con respecto a los homosexuales, el aborto y la anticoncepción, sus cimientos morales "caerán como un castillo de naipes."

Su Santidad dijo: "No podemos insistir únicamente en cuestiones relacionadas con el aborto, el matrimonio gay, y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible. La enseñanza de la Iglesia, al respecto es clara y yo soy un hijo de la Iglesia, pero no es necesario hablar de estos temas todo el tiempo. "

Continuó diciendo que algunos miembros de la iglesia están "obsesionados" con estas cuestiones (por ejemplo el cardenal peruano Juan Luis Cipriani -comentario del editor). "La iglesia a veces se ha bloqueado a sí misma en  cosas pequeñas", y  lamentó, " las reglas de la mente estrecha."

El papa Francisco sostuvo también que evita hablar sobre cuestiones como aborto, matrimonio homosexual y métodos anticonceptivos pues esos temas exigen hacerlo "en un contexto", y no al modo de "doctrinas a imponer con insistencia".

"No podemos insistir solo sobre las cuestiones vinculadas al aborto, el matrimonio homosexual y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible", dijo el Papa, y, agregó: "No hablo mucho de esas cosas, y por ello he sido cuestionado. Pero cuando se habla, se necesita hacerlo en un contexto".

"Una pastoral misionaria no está obsesionada con la transmisión desarticulada de una multitud de doctrinas a imponer con insistencia", opinó el Papa Bergoglio.
 

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